jueves, 3 de diciembre de 2009

Autos anfibios

Parece que a nivel mundial la moda de los anfibios esta creciendo vertiginosamente, pero son para la sociedad del siglo XXI algo tal vez difícil de entender, sin embargo no son novedad, ya existían desde hace varias décadas. La industria automotriz alemana fue la precursora de los autos civiles anfibios (pueden nadar y caminar en tierra, dos en uno)
En 1962 El diseñador Hans Trippel concibió un coche anfibio que llegó a atravesar el Canal de La Mancha. Era un cabriolet con puertas herméticas y tracción a las ruedas posteriores o a dos hélices, siendo su velocidad en agua de 12 km/h. El motor que llevaban todos los Amphicar era el Triumph Herald, con 43 caballos de fuerza y la obra de ingeniería exclusiva, era la caja de cambios Hermes, con un sistema que le permite mover las ruedas y las hélices al mismo tiempo o indistintamente. Lleva dos hélices que le propulsan como a una verdadera "canoa automovil". Por ser su estructura de hierro, muchos fueron carcomidos por el óxido por falta de cuidado y los pocos que quedan están en poder de museos y de gente rara, que además no lo venden por nada. La producción total fué de 3.878 vehículos .En 1968 el Gobierno de Estados Unidos cambió las leyes náuticas y fue imposible seguir vendiéndolo, por lo que la empresa tuvo que cerrar, dado que absorbían el 90% de la producción. Hasta hoy, la mayor parte de la gente creía que los autos anfibios eran propiedad del ejército, o en el peor de los casos solo existían en la imaginación, ya ve que no es así.


Avenger 8x8 El ARGO Avenger es un vehículo anfibio con tracción a las 8 ruedas, refrigeración liquida y 674 cc, encendido electrónico. Usa gasolina sin plomo, bajo nivel de emisión de gases
Hoy en día de todas partes del mundo estan saliendo novedades en este campo, la compañía canadiense Argo acaba de dar a conocer sus nuevos vehículos anfibios de seis y de ocho ruedas, con tracción total. Con el permiso de conducir podemos llevar un vehículo Argo campo a través, por caminos y cuestas escarpadas, entre rocas o troncos caídos e incluso, y sin transformaciones, navegar por ríos, lagos y mares... en los que el sentido común y/o el permiso pertinente lo aconseje y/o permita.
El Argo, tanto en su versión de 6x6 como de 8x8, es imparable. Sus ruedas de baja presión se adaptan al terreno, actúan a modo de suspensiones y sirven como palas a la hora de navegar. Además, el vehículo cuenta con multitud de accesorios específicos.
Motorizados con un motor bicilíndrico de cuatro tiempos con potencias de entre 16 y 20 caballos, según el modelo -hay cinco-, y pueden transportar hasta cuatro personas en agua y seis en tierra. Cuentan con marchas largas, cortas, punto muerto y marcha atrás, y su conducción se realiza mediante dos palancas, la derecha con puño acelerador. La potencia pasa a las ruedas delanteras mediante un convertidor de par. Estas están conectadas con las demás mediante cadenas por lo que todas traccionan. Su manejo no es difícil. Se trata de vehículos de ocio y trabajo, no deportivo, con precios que oscilan en europa entre los 9.760 y 14.490 euros.


El Explorer es un semirrígido de 5,6 metros de largo con 3 ruedas retráctiles, 2 motorizadas electricamente, con las que obtiene en la tierra de una velocidad de 10 kilómetros por hora
Una rareza en esta modalidad es Sealegs Explorer de Sealegs Corporation Nueva Zelanda. El Explorer es un semirrígido de 5,6 metros de largo con 3 ruedas retráctiles, 2 motorizadas electricamente, con las que obtiene en la tierra de una velocidad de 10 kilómetros por hora, y en el agua puede llegar a los 60 kilómetros dependiendo del motor fueraborda con que se lo equipe. En analogía con el tren de aterrizaje de un avión, las ruedas se desplegan adentro y afuera del barco. Incluso el Sealegs Explorer no tendría ningún problema con suelos con rocas, fango o arena suelta en que un todo terreno malgasta toda su energía. La empresa opina que sus clientes principales son sobre todo habitantes de la costa quienes pueden salir de su casa desde la puerta trasera hasta entrar en las olas con su bote anfibio.




El Gibbs Aquada puede correr a una velocidad de 160 kilómetros por hora en tierra sin problemas y una vez que ingresa al agua, sus ruedas se retraen y aparecen turbinas, convirtiéndose repentinamente en un bote. Una vez en el agua, puede alcanzar una velocidad de casi 50 kilómetros por hora
Uno de los automóviles deportivos que más a causado sensación en el mercado Europeo, es el Gibbs Aquada. Por sus cualidades y tecnología, es el primer auto deportivo anfibio. Este automóvil es creado por la firma británica Gibbs, especialista en producción de tecnología para vehículos anfibios de alta velocidad (HSA). Esta tecnología con principios náuticos y todo lo que tiene que ver con las leyes de la marina, puede fácilmente caminar de una ciudad a otro como cualquier auto y si sus dueños quieren navegar en alta mar, también lo hacen sin problemas de quedar en el fondo del mar. Las tecnologías de Gibbs fueron establecidas por el empresario Alan Gibbs de origen inglés y Neil Jenkins de Nueva Zelanda. Alan Gibbs construyó su primer anfibio rápido en 1995. Poco después, él descubrió un concepto mejorado para levantar las ruedas de los autos y que pudieran entrar al agua y funcionar como botes rápidos. Reconociendo el potencial para la tecnología anfibia, él decidió construir un anfibio deportivo con producción completamente obediente a las regulaciones de la Infantería de Marina y a las reglas y regulaciones de un vehículo normal para tierra. En 1996 en un Lotus concluyó que la tecnología y cualidades del auto eran las aptas para su proyecto. En el mismo año, Alan Gibbs fundó tecnologías de Gibbs en Nueva Zelanda. El trabajo inicial del concepto fue emprendido en 1997 por Eurotech y MSX en Detroit, Estados Unidos. En 1999, emocionado por la tecnología, Neil Jenkins combinó su negocio para formar tecnologías Ltd en Reino Unido con Gibss y tomó la dirección para desarrollar lo que sería el Aquada. El proyecto fue llevado al Reino Unido, a su actual hogar, donde es ensamblado con bajos volúmenes y con toda la tecnología posible la Fórmula Uno. Así inició un proyecto que terminó en una realidad en el 2003 y son ellos los que han entrado al mundo los primero autos deportivos anfibios. Si usted quiere adquirir uno tendrá que desembolsar unos 90 mil dólares. El Gibbs Aquada puede correr a una velocidad de 160 kilómetros por hora en tierra sin problemas y una vez que ingresa al agua, sus ruedas se retraen y aparecen turbinas, convirtiéndose repentinamente en un bote. Una vez en el agua, puede alcanzar una velocidad de casi 50 kilómetros por hora (30 mph), Su tecnología es la misma de un auto Lotus y cuenta con equipamiento y estructura de bote para su función acuática. Gibbs señaló que el Aquada fue producto de un programa de desarrollo de siete años y de 60 nuevas patentes tecnológicas.

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